Vivimos entre uvas. Cuidamos de cerca nuestros viñedos, que están en el caserío Garaikoetxea del Siglo XIV. Producir vino es nuestra afición, pero también nuestro modo de vivir. Hemos recuperado la esencia del caserío, la armonía entre la naturaleza y la humanidad: vivimos de lo que nos da la tierra.

Somos una bodega con siglos de tradición. El lagar de Garaikoetxea se construyó en el Siglo XVI, y mantenemos la misma estructura. La tradición nos dictaba la manzana, pero la intuición y el corazón nos llevaron a la uva. Mantenemos el conocimiento de varias generaciones, y la cuidamos, para crear un producto actual. Esa es nuestra esencia.